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Comentarios: 3
  • #1

    Juan (viernes, 26 febrero 2016 11:05)

    Hemos hecho la ruta a las Islas Cíes desde San Adrián de Cobres (ahora se llama Santradán), hemos dejado los coches en la explanada del muelle. Mucho sitio para aparcar. Nené, que es como se llama el patrón, se acercó con la neumática, donde cargamos las maletas, asi evitábamos andar con ellas. El velero Hosanna se encontraba atracado al muelle del Club Nautico de Cobres.
    Un precioso velero de dos mástiles. una vez que hemos acomodado las maletas y ponerles los salvavidas a los crios, el patrón arrancó el motor, soltó amarras y comenzamos un viaje que se quedará en nuestra memoria, para siempre.
    Una vez que desatracamos, izó las velas y mientras contemplamos lo más profundo de la ría de Vigo, nos comenta:
    "estamos por encima de los galeones hundidos por los piratas anglo-holandeses. La famosa Batalla de Rande". "Contaba Julio Verne, en su novela de 20.000 Leguas de Viaje Submarino, que vaciaron los galeones hundidos de la Bahía de Vigo, de los tesoros que transportaban en sus bodegas"
    Os recomiendo que le pregunteis por todas las historias y leyendas. Pasamos por debajo del Puente de Rande, muy cerca de las bateas donde crecen los deliciosos mejillones. Nos hicimos fotos de todas las formas y maneras. El Hosanna es precioso por fuera, pero su interior...
    Los niños querian ir a la proa para hacerse mas fotos, el barco dispone de pasillos por ambos lados muy amplios, por lo que la seguridad esta garantizada.
    Aunque se nota que en el mar se está mas fresco, no hizo falta nada de abrigo; en Vigo estabamos a 32ºC y en el barco 26-27ºC, por lo que se estaba muy bien.
    Durante la ruta y tras unos refrescos, alguna cerveza fria y algo para picar, disfrutamos de las vistas de la Ciudad de Vigo y de las villas marineras de Moaña y Cangas (las visitamos al día siguiente). Las playas de arena amarilla se veían llenas de gente, que contrastaban con el silencioso navegar del Hosanna.
    Nos acercamos a las Islas Cíes, que hacen de escudo al, hoy tranquilo, Océano Atlántico.
    Nos cruzamos con los barcos de pasaje, que hacen la rutas desde Vigo, Cangas y Bayona, atestados de gente, con sus mochilas y tiendas de campaña (hay un camping en Cíes). Tomamos rumbo al estrecho entre las dos islas (por lo visto eran 3, pero dos se unieron por la playa). El patrón arrió las velas y echó el ancla.
    Era cerca de las dos de la tarde. Pusimos la mesa y presentamos unas empanadas de vicio (zamburiñas y choco encargadas el dia anterior)(Zamburiña es parecida a la vieira pero mas pequeña deliciosa) (Choco es la sepia, no quedó nada) (habia mas tipos de empanada, pero nos recomendaron ésas, por que no las habíamos probado nunca, de hecho nos dieron un pedacito para probar), tortilla y salpicón. A bordo hay un microondas, por si hiciera falta calentar algo. Los cafés los puso el patrón, la leche la poníamos nosotros, por la cantidad de tipos que hay.
    Una vez repuestos de energía, El patrón nos dejo en el muelle en la lancha neumática. Caminamos hasta un faro cercano, lugar muy bonito con vistas fantásticas. Hay otro faro en la parte más alta de la isla, quedará para el próximo viaje. Bajamos y nos fuimos a disfrutar de la playa grande, la Playa de Rodas. Es de película, arena fina, agua color azul turquesa, una delicia. Los peques disfrutaron del chapuzón, fuimos al restaurante a tomar un café, pero fué imposible, había cola. Vamos para el Hosanna, que seguro que Nené nos invita y disfrutamos de la tranquilidad.
    Tomamos café, subimos el ancla y las velas y salimos hacia la playa de Barra. Fué muy famosa por ser la primera playa nudista, pero lo bueno de esta playa, es la calidad del agua, de la arena y el entorno. La recorrimos navegando y no íbamos solos, Nené no avisó que una manada de arroaces (delfin mular) nos acompañaban. Aquello fue un zafarrancho. Que maravilla ver aquellos animales tan cerca, como resoplaban al respirar, que belleza.
    El regreso fue relajante, los niños pilotando el Hosanna y preguntando si mañana volvíamos otra vez.
    Ya se divisa el puerto de partida, es hora de hacer las maletas, el dia se hizo corto, muy corto.
    Muchas gracias Nené, volveremos y tal vez quedemos a dormir.
    Saludos a todos, merece la pena.
    Juan

  • #2

    María (viernes, 26 febrero 2016 11:09)

    Yo tambien estuve en el Hosanna, es superchulo. Hicimos una despedida de soltera. 2015.
    No queriamos bajarnos.
    Os lo recomiendo
    Un beso muy fuerte para Nené.

  • #3

    Fernando (viernes, 06 abril 2018 13:06)

    Contactamos con Nené para alquilar el velero Hosanna, para un viaje romántico con mi pareja. Si el barco es bonito en fotos, en directo es espectacular. Nené nos comentó que saliésemos desde Cobres, de esa forma, estaremos más tiempo navegando. El velero es enorme, con suelos de madera, 2 mástiles, mucho espacio para moverse. Guardamos las maletas en el interior, tremenda pasada, todo en madera,super grande y espacioso.
    Soltamos amarras y se dirigió a una pequeña isla que hayen el fondo de la ría de Vigo, San Simón. Dimos toda la vuelta a la isla, mientras nuestro patrón, nos contaba la historia de la isla.
    Salimos dirección hacia el puente de Rande, donde se produjo la batalla de Rande, donde los piratas inglese intentaban hacerse con el oro de America y donde 20.000 Leguas de Viaje Submarino hace referencia a la Bahia de Vigo.
    La navegación era silenciosa y sin balanceo apreciable, mejores vistas de Vigo y los pueblos ribereños no puede existir.
    La temperatura en el mar bajo bastante y con una chaqueta fina era suficiente.
    Nené nos sirvió las empanadas en una mesa que hay detrás del timón. Muy educadamente nos cedió el mando del Hosanna que fuimos pilotando con el mayor orgullo y gratitud.
    Llegamos a las Cies y desembacamos para pasear y bañarnos en las agua cristalinas y azul turquesa. El agua estaba fría, pero fría fría.
    Regresamos para comer a bordo, con excelente musica ambiental y con las Cíes de fondo.
    El regreso fué por la playa de Barra y pegados a la costa del Morrazo, Cangas y Moaña.
    Eran las mas de las 9:30 dela tarde cuando bajamos a tierray nos despedimos de nuestro anfritrión.
    De nuestro patrón, decir, que aparte de la educación y predisposición, la cultura histórica era muy amena, a la que la unía con un toque de leyenda y otro poco de la Galicia profunda.
    Recomendar es poco, ya que en su día pensabamos en ir a las Isla Cíes en el barco de pasaje, pero después de leer muchos comentarios, dificultad para comprar pasajes, incomodidades, y estar pendientes de una hora para regresar, nos decidimos por este barco.
    Se me olvidaba, hemos visto los delfines a lo lejos eran 6 ejemplares.
    Volveremos.
    Muchas gracias, Nené, fué un placer conocerte, tienes un barco precioso.
    Fernano y Ana